Protegiendo la salud y la economía
¿Sabías que la cría de cerdos juega un papel crucial en la economía, pero también requiere cuidados especiales para garantizar la salud de los animales y la calidad de los productos? Para mantener niveles sanitarios adecuados y prevenir la propagación de enfermedades, se estableció la Instrucción Normativa Nº 19 en 2002, con revisiones recientes en 2020.
¿Qué significa esto para ti, como criador de cerdos?
Certificación de granjas de reproductores porcinos: La certificación es obligatoria para garantizar la salud de los animales y la calidad de los productos. Las granjas certificadas cumplen con rigurosos requisitos de bioseguridad y sanidad.
Monitoreo Serológico: Uno de los pilares de la certificación es el monitoreo serológico, que permite identificar y controlar enfermedades como la Peste Porcina Clásica, Brucelosis, Tuberculosis, Enfermedad de Aujeszky, Sarna y otras.
Además de las enfermedades obligatorias, los criadores pueden optar por certificar sus granjas como libres de otras enfermedades como la Rinitis Atrófica Progresiva, Neumonía Micoplásmica, Pleuroneumonía Porcina y Disentería Porcina.
¿Por qué es importante esto?
Garantía de Calidad: La certificación asegura a los consumidores que los productos porcinos provienen de animales sanos y criados en condiciones adecuadas.
Sostenibilidad de la Industria: Al prevenir la propagación de enfermedades, la certificación contribuye a la sostenibilidad de la industria porcina, protegiendo los rebaños y los medios de vida de los productores.
Salud Pública: Además de proteger la salud de los animales, la certificación también tiene un impacto positivo en la salud pública, reduciendo el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos de origen porcino.
Compromiso con la Calidad: Los criadores de cerdos certificados demuestran su compromiso con la calidad y la seguridad alimentaria, generando confianza con los consumidores y fortaleciendo la reputación de la industria.
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